martes, 8 de mayo de 2012

LAS CHICAS DE MI BARRIO




Para equilibrar la balanza por mi post anterior ("Estás como un queso"), hago una segunda entrega dirigida esta vez, más bien al público masculino.

Muchachos, en todos los barrios hay una chica que os llamará la atención. He aquí unos ejemplos de ellas.

La chica de la biblioteca.
Todos hemos puesto los ojos en ella alguna vez. Esa muchacha culta, estudiante y trabajadora. La veréis normalmente en sus libros o con su portátil usando programas que no entendéis ni por asomo. Bajo su ropa cómoda y poco llamativa podría esconderse una figura digna de exhibir, pero ella no es de llamar la atención y eso os intriga. No os mira, sus ojos están pendientes del trabajo. Poco la impresionaréis mostrando tableta a lo Mario Casas muchachos, tenedlo claro, vuestro imponente físico estará en un segundo plano, seguramente.
En este hábitat tenéis que moveros con inteligencia, mostrarle un mínimo de brillantez si queréis que os mire con interés, así que si no podéis demostrarla al menos tendréis que simularla. Una táctica a utilizar sería la de pedirle ayuda en algo que tú ya domines o hayas preparado para la ocasión para así demostrarle tu rápido aprendizaje e inteligencia.
Cuando ella vea que eres un tipo capaz tus posibilidades aumentarán y ya te mirará a los ojos. No lo pienses más, acércate más y, si se queda embobada mirándote, intenta robarle un beso. ¡Suerte!

La chica independiente.
Esa chica que dice no depender de nada, cuando depende de todo. Puede incluso depender de ti un poco, aunque ella no lo reconocerá. Aunque tenga trabajo, depende del coche de su padre y de la comida de su madre. Depende de sus amigas y, sobre todo, de su teléfono móvil. No puede vivir sin estar conectada, necesita que sus contactos la tengan informada y no rehúye a que le digan cosas bonitas. Eso sí, es una chica algo sensible, aunque cara al público va de chica mala.
Si eres de los que lanza continuamente halagos a esta chica debes saber que de entrada no tienes nada que hacer. Te dará las gracias por ello sí, pero nada más allá. Ir de adulador no te conviene, debes dar una imagen un poco macarra en público, guardarle la distancia, no darle el aplauso fácil, mantener el misterio si se puede, para que ella esté pendiente de ti y no al revés.
Así quizá una noche puedas, al encontrarla en un garito o concierto, y tener posibilidades de algo. Que suene la música.
  
La chica del polígono.
Esa señorita con sombra de ojos azul, grandes pendientes, minifalda, botas blancas y bolso para ir al Mercadona ha llamado tu atención sin saber por qué. Su amplio escote y sus largas piernas se contonean dentro de tu cabeza a diario, no puedes evitarlo.
Sales el sábado con tus amigos y ahí está ella, en la pista de baile dándolo todo con sus amigas. Es momento de pedir una copa en la barra, echarle valor y acercarte a ella. Debes ser consciente que aquí juegas como visitante, este es su hábitat natural y debes vestir con la segunda equipación. Te atusas el flequillo, te entallas y te remangas la camisa hasta el hombro, y te desabrochas un par de botones. Que se vean tus poderosos bíceps y tu imponente tórax. Bajas a la pista seguro de ti mismo, sacando pecho, eres un gallito y vas a demostrar ser el amo del corral. Ella ya se habrá fijado en tus movimientos acercándote con ritmo, es la llamada de la selva al sonido del reguetón. Ya estás completamente al lado, ella es consciente de todo y, si no le ha echado miraditas a sus amigas en plan "este pavo que hace" es que la cosa marcha bien. Es clave separarla de su grupo de amigas invitándola a tomar una copa en la barra, si acepta tendrás ya mucho ganado. La conversación no ha de ser muy complicada, muestra interés por lo que te cuenta en todo momento, sonríe, que ella se sienta importante y sobre todo procura que se termine la consumición, cuanto más rápido mejor.
Si fuiste hombre previsor ya tendrás en tu bolsillo las llaves del Seat León amarillo tuneado de uno de tus amigos. Lo que viene ahora es quitar botones y cremalleras, es algo que ya deberías de saber, chaval.

La chica “bien”.
Esta mujer que está bien de todo. Bien de dinero, recibió una educación bien, familia de clase bien y con un físico bien, y así. Su grupo de amigas la adulan, la envidian y le tienen inquina a partes iguales.
Tú y tus amigos la ficháis rápido y su liderazgo y belleza os deja impresionados, claro. Qué guapa es, que perfecta es y que bien todo. Ella es el centro de atención, sus coleguitas le ríen las gracias aunque le dejan caer alguna miradita de inquina a sus espaldas, fruto de la envidia. Sin ninguna duda todos sois cazadores de la misma presa, y ésta por supuesto esta doctorada en quitarse a moscones de encima, todo es poco para ella. Ir directamente a por ella es sinónimo de fracaso.
La teoría de John Nash, ilustrada en la película Una mente maravillosa, puede ser de ayuda. Una breve explicación de la escena:
En el bar hay una chica muy guapa y otras amigas suyas que no destacan tanto. Un compañero de Nash sugiere que vayan todos a por la guapa y que los que no la consigan vayan a por las otras. Pero Nash va más allá y dice que si van todos a por ella, las otras chicas se enfadarán si luego les dicen algo, ya que no les gustará ser el segundo plato de nadie. Así que lo mejor sería que actuaran individualmente y como grupo y que cada chico buscara a una chica diferente desde el principio. Todos ganan. Ellos consiguen compañía y ellas agradecidas por ser ellas y no la diva el centro de atención esta vez.
Todos contentos menos la chica bien. No le cabe en la cabeza que las losers de sus amigas hayan triunfado y a ella no le hayan hecho ni caso. Se enfadará y, aunque no diga nada, en una segunda ocasión ella os verá a ti y tus amigos con otros ojos. Tendrás que ser hábil y rápido si quieres ser tú y no uno de tus amigos el que la dome esa segunda noche. Afila tus flechas, Romeo.

La señora del casco antiguo.
Esa señora madura, divorciada o viuda que necesita ocupar su tiempo en algo y se apunta, por ejemplo, a un gimnasio. Con eso mantiene su figura y con las miradas de ellos comprueba si sigue estando de buen ver.
El verla fuera de su hábitat natural, vestida de sport con mallas y top apretados ha llamado tu atención. Aquí ella está un poco perdida, tanto aparato nuevo que no sabe usar. Tú, rápida y galantemente, le ofrecerás tu ayuda técnica si quieres aumentar las posibilidades. Conforme pasan los días sus movimientos te vuelven más y más loco, y ella se da cuenta de eso. Si no te ha cortado el rollo al ver como la miras está claro, le mola que la mires y puede que algo más. Para comprobarlo nada mejor que estar lejos de esa gente que mira con malos ojos vuestra amistad. Sí, la habrá sin duda. Una visita a su casa por sorpresa en plan 'pasaba por aquí' os sacará de dudas si esa bomba sexual (seguro que lo es) fantaseaba seduciéndoos o simplemente se reía de un crío.
Una última cosa: si en su casa veis una foto de algún hijo o sobrino suyo al que conozcáis mejor no decir nada a no ser que sea absolutamente necesario. Sed discretos.

Nota final: Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia.

1 comentario:

  1. El único pero del artículo es la nota final ya que existen demasiadas coincidencias con la realidad.

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